SIETE OBSTACULOS PARA EL EXITO



         Dice el Dr.  Murdock:  “ El fracaso me enoja.  Me rebelo contra la infelicidad, la enfermedad y el dolor:  La mayoría de estas calamidades se podría evitar reconociendo y obedeciendo las Leyes de Dios.  Muchas situaciones se podrían convertir en piedras de apoyo para lograr un éxito mucho mayor, si supiéramos cómo reaccionar ante éstas.
                                                                                
Obstáculo 1: Un Espíritu No Enseñable
        
         Es la falta de voluntad para cambiar.  Hay millones de personas renuentes a implementar información nueva y de vital importancia conforme va saliendo. 

         Imagínate un abogado que se niega a conocer las nuevas leyes.   Un médico,  cirujano que no esté familiarizado con lo último de la tecnología.

         Crecimiento implica cambio.   Es parte de la prosperidad.
         “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”  (Oseas 4:6)
         “Oirá el sabio y aumentará el saber”  Proverbios 1:5).
         “Si clamares a la inteligencia….   Si como la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros;  entonces entenderás el temor del Señor, y hallarás el conocimiento de Dios”  (Proverbios 2:3-5).
        
         Un amigo comenta que existen dos tipos de conocimiento:
         Sabiduría:   -cuando aprendes de los errores de otros, y
         Experiencia:  -cuando aprendes de tus propios errores.

         Es conocimiento está explotando a nuestro alrededor.  Hombre de Dios fuera de lo Común están compartiendo con nosotros su experiencia sobre la fe, sobre las bendiciones financieras y sobre el poder de Dios.  Ellos nos están enseñando diversos principios de éxito.

         Hay libros, repletos de información, revistas, discos compactos, correos gratuitos.

         Dios colocó semillas de grandeza en nosotros cuando nacimos.  Tú y yo somos responsables de cultivar esas semillas.

         Tú eres lo que has decidido ser: Si estás infeliz contigo mismo, atrévete a buscar información nueva, enseñanzas nuevas y verdades nuevas, que te levantarán y edificarán tu relación con Dios.  

         Invierte en literatura que te ayude.  Por supuesto que vale la pena que inviertas en desarrollar tu mente.   No lleves tu mente a la bancarrota.  No mates de hambre tu corazón.   Dale el alimento que desesperadamente necesita.  Atrévete a abrazar al cambio.   Atrévete a escuchar nuevas ideas y nuevos conceptos.  Quizá Dios te quiere en un trabajo nuevo, o en otra ciudad.  Tus mejores días están por venir.  ¡Tú lo puedes lograr!

         Identifica las causas de tu fracaso.  Es vital que identifiques dónde está el “cuello de botella” en tu vida y actives el éxito y la felicidad que te pertenece.

Obstáculo 2:   Votos Incumplidos

         Los votos incumplidos son una fuente de fracaso para muchas personas.    Dios te toma como responsable de tus promesas.

         “Cuando a Dios haces promesas, no tardes en cumplirla;  porque El no se complace en los insensatos.  Cumple lo que prometes.  Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas”.  (Eclesiastés 5:4-5)

         Hay ocasiones durante una crisis, que le prometes a Dios que irás a la iglesia fielmente, o que harán a un lado la ofensa de alguien.   Sin embargo cuando salimos de ella,   nos olvidamos de la promesa que hicimos.   Esto es mortal.  Es importante que honres a Dios y a los demás a través de la honestidad e integridad de tus palabras.    Una promesa sin cumplir, destruirá la operación de fe y el milagro que Dios quiere llevar a cabo.
        
         ¿Qué has prometido a tus hijos?  ¿A tu cónyuge?  ¿A tu compañía?   ¿Están cumpliendo esos votos?  ¿Has hecho tu mejor esfuerzo?   Atrévete a dar el paso y enfrente la responsabilidad por lo votos que hayas hecho.  Dios te honrará.   Dormirán mejor.  Los milagros se convertirán en un acontecimiento común en la vida de quien es obediente.


         Obstáculo 3:   Ofensas No Perdonadas

         Perdonar no es una sugerencia.   Es un requisito.   “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también nuestro Padre que está en los Cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.  Porque si vosotros no perdonáis tampoco vuestro Padre que está en los Cielos os perdonará vuestras ofensas”  (Marcos 11:25-26)
        
         Cuando perdonamos dejamos que Dios ejerza el derecho de juzgar y de penalizar a alguien por sus errores personales.  En ocasiones, cuando recibimos una afrenta o una injusticia, nos sentimos con el derecho de “Pagar con la misma moneda”.  Con esta actitud, le negamos a Dios el derecho de otorgar misericordia o de penalizar.   Esto es “juzgar a ser Dios”.   Dios aborrece a las personas que insisten en usurpar Su Autoridad.  ¡Deja de querer tomar Su Lugar!   Deja que sólo Dios juzgue, y que sólo El determine el castigo.

         Visualiza a la persona que te ofendió, como a un amigo lastimado, herido y dañado,  que hizo algo en tu contra como una forma de protección.  Quizá tiene temor de ti, y simplemente quiere establecer una distancia para evitar “que abuses de él”.

         Ora por quienes te han hecho daño.  Encuentra la forma de hacerles sentir que te importan y que te interesas en ellos personalmente.  ¿Es muy difícil de hacer?    Sí, muchísimo.   Pero la paz interior que se activa en ti al hacer esto es indescriptible.

         Has recibido misericordia… siémbrala en otros.
         Has recibido amor… siémbralo en otros.
         Has recibido bondad…  siémbrala en otros.

Obstáculo 4:    Relaciones  Insensatas

         La amistades y las relaciones insensatas han destruido el potencial y las capacidades de miles y miles de posibles triunfadores.

         Salomón lo dijo:   “El que anda con sabios, sabio será;  más el que se junta con necios será quebrantado”  (Proverbios 13:20).   Pablo parafraseó:  “…las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1Corintios 15:33).

         Desconéctate de personas incompetentes que abusan y disponen ventajosamente de tu vida.  Jesús permitió que absorbieran su tiempo, solamente dos tipos de personas: primero aquellos quienes le ministraron a El y aquellos que recibieron su ministerio en sus vidas.  Jesús sabía que los fariseos no merecían su tiempo porque abusaban de El.  Cuando alguien no valora tu tiempo, tampoco apreciará su Sabiduría.   Reevalúa tu vida y tus amistades.

4 Cualidades de las Relaciones Sabias

  • Aquéllos que hablan palabras que edifican tu fe y tu confianza.
  • Aquellos que ven el valor de los sueños y metas que Dios te dio.
  • Aquellos que se entusiasman cuando te ven.
  • Aquellos que te recuerdan tus cualidades y dones especiales.

Sé más selectivo.   Recuerda: el mismo tiempo que gastaste en perdedores
lo pudiste haber invertido en triunfadores.

Obstáculo 5:   La Lengua Desenfrenada

       “La muerte y la vida están en poder de la lengua y el que la ama comerá de sus frutos”  (Proverbios 18:21).

         “Los labios del necio tren contienda… La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma.  La palabras del chismoso son como bocados suaves,  y penetran hasta las entrañas”  (Proverbios 18:6-8).

         Las palabras son fuerzas.   Para bien o para mal, para edificar o para destruir, las palabras dejan una huella, de logros obtenidos o de destrucción.   Las palabras pueden edificar la convicción o derribar la fe.   Las palabras son herramientas que Dios te dio para que edifiques a tu propio espíritu y a tu mente.  Tu cuerpo reacciona a sonidos.  Tu espíritu reacciona a las palabras.
        
Las palabras te proveen imágenes mentales, a las cuales reaccionas toda tu vida.  Tú escuchas un cuento.  Ríes o lloras.  Sientes.  Lo que escuchas es lo que piensas.   Conforme a lo que piensas, sientes.  Aquello que sientes, lo haces.   Lo que haces, se convierte en un hábito.   Tus hábitos determinan tu vida y su destino final.

Deja ya de estar hablando de escasez y de carestía.  Deja de estar hablando de derrota y enfermedad.   Deja de hablar de fracaso y problemas.  Concéntrate en las oportunidades que tienes a tu alcance.   Habla de las bendiciones que ya tienes.   Toma el tiempo para que saborees tus triunfos hoy.  Ahora,  ya está aquí.  Alcanza.   Asume.  Absorbe la belleza de ahora.  Habla acerca de tus expectativas, no de tus experiencias.   Habla acerca de tu futuro, no de tus fallas.   Y ayuda a otros que hagan lo mismo.

Cuando alguien a tu alrededor se enferma, ora por él.  Cuando alguien pierda su empleo, ayúdale motivándolo a pensar y encontrar alternativas creativas.

Controla tu boca.   “Porque por tus palabras será justificado, y por tus palabras serás condenado”   (Mateo 12:73).

Tu éxito futuro es puesto en acción por tus palabras.  “Hay un milagro en tu boca”  (dice un amigo).  Por lo tanto empieza a tomar la dirección hacia donde quieras que vaya tu Vidal.

Obstáculo 6:   Dones y Talentos No Desarrollados

         Los triunfadores son personas que han descubierto sus talentos específicos, las habilidades y los dones únicos que Dios les dio.   Y, viendo sus Semillas de Grandeza, observamos que se han tomado el tiempo y la energía en cultivar esas semillas,  para capitalizar en grandes ventajas y beneficios.

         Nuestros dones y talentos son diferentes.  “De manera que teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada”   Romanos 12:6).

         Descubre la grandeza de tu don.   Has el tiempo para encontrarlo.   Después, invierte el tiempo y el esfuerzo necesario para mejorarlo.   Los talentos específicos que Dios te ha dado, generarán todo aquello que necesitan para tener éxito financieramente, pero sólo tu eres responsable de cultivar las semillas que están en tu interior.

Preguntas Importantes sobre tu Vocación Profesional:
-¿Qué disfrutas hacer?   -¿Qué te gustaría poder hacer mejor?   -¿Qué tareas se te dificultan más hacer?    -¿Qué es lo que te proporciona un mayor sentido de realización?  

         Descúbrelo, y estarás en el camino acertado para tener un sentido de tu propio valor,  que miles de personas jamás se han tomado el tiempo de encontrar.

         -Acude a bibliotecas.   Suscríbete a revistas especializadas.
         -Consulta a expertos en el campo de tu interés. 
         -Establece tiempos.  Ora para tener la dirección de Dios en tu vida.
         -Considera oportunidades que haya en tu comunidad para superación personal y de programas educativos.  Dios proveerá la “pala”, pero tú tienes que empezar la “excavación”.

Obstáculo 7:   Corazón que no se Compromete

         Un corazón comprometido es un corazón decidido.   Este es el resultado de disponer tu mente a algo.  Y quizá esto explique el misterio del “carisma” o personalidad que frecuentemente genera la gente poderosa cuando entra a algún lugar.  “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”  (Santiago 1:8).

         El compromiso genera un aura de autoridad.   El compromiso es algo que se extiende por toda la atmósfera.   El efecto es electrizante.   Es algo que atrae a la gente,  a las buenas oportunidades y da poder y creatividad a tu vida.

         Involúcrate en algo grande y da tu vida por eso.   Encuentra algo que sea más grande que tú.  Relaciónate con algo en lo que creas verdaderamente.  Si trabajas para alguien a quien no respetas, busca alguien a quien admires y encausa tu Sabiduría y tu energía hacia él.

         Hay un compromiso con Dios.   El se hizo uno contigo en la persona de Su Hijo Jesucristo.  El Calvario fue un compromiso.   La sangre y la cruz de Jesús fue un compromiso.  El Getsemaní fue un compromiso.

         Hagamos algo ahora mismo.  Antes de seguir adelante,   di esta oración en voz alta:

ORACION:

         “Padre, te necesito.  Yo creo que Tú existes.  Perdóname por cada pecado que he cometido.  Someto mi vida y mi corazón a Tu Gobierno.  Limpia mi mente.   Libera mi corazón para servirte.  He hago Señor y Salvador de mi vida.  Acepto Tu perdón,  Tu paz y Tu misericordia con gozo y con corazón agradecido.   Úsame para tocar a otros con Tu amor único.  Oramos en el nombre de tu Hijo Jesucristo, Amén.”